La inocuidad alimentaria se basa en ciencia

Todos los 7 de junio se celebra en el mundo el Día de la Inocuidad de los Alimentos, una iniciativa de FAO para concientizar acerca de la importancia de producir y consumir alimentos inocuos. Este año el lema es “La ciencia en acción”.

¿Qué es la inocuidad alimentaria?

La inocuidad es un conjunto de condiciones que posee un alimento, producto alimentario o proceso, que garantiza la ausencia de factores capaces de producir efectos perjudiciales en el consumidor. La inocuidad de los alimentos es responsabilidad de los diversos actores de la cadena alimentaria: el campo, la industria, las autoridades, las personas que trabajan en ámbitos relacionados con la producción y distribución de alimentos y también de nosotros, los consumidores. Recordá que si no es inocuo, no es un alimento.

El tema de este año 2025 es “Inocuidad de los Alimentos: la ciencia en acción”

La ciencia proporciona la base fundamental de la inocuidad de alimentos. Gracias a los científicos, podemos obtener información certera acerca de cómo y por qué los alimentos pueden contaminarse y hacernos enfermar. Profesionales de diversas áreas nos ayudan a entender los principios científicos sobre los que se basa la inocuidad alimentaria. Ellos evalúan y analizan riesgos conocidos y potenciales y brindan asesoramiento para que los productores de alimentos desarrollen alimentos inocuos y para que nosotros, los consumidores, podamos tomar decisiones seguras y evitemos, así, las enfermedades transmitidas por los alimentos. Existen muchas disciplinas científicas detrás de la inocuidad de los alimentos: la química, la tecnología de alimentos, la veterinaria, la agronomía, la biología, entre otras; y no solo las ciencias microbiológicas y toxicológicas, las ciencias climáticas y otras disciplinas también son parte de la elaboración de políticas y directrices para la inocuidad de los alimentos. Además, no hay ciencia sin datos. Los datos son las pruebas que usan los científicos para determinar cómo hacemos para mantener la inocuidad de los alimentos y la obtención de estos datos se basa en diversas disciplinas de las ciencias sociales, la informática, entre otras.

Dando un paso más, la innovación tecnológica basada en ciencia aporta su parte mejorando procesos, ampliando la vida útil de los alimentos, detectando peligros que acechan la inocuidad alimentaria, desarrollando más y mejores alimentos y productos para poblaciones con necesidades específicas, entre otros aportes.

Un asunto de todos

Los seres humanos tenemos derecho a alimentos inocuos, nutritivos, asequibles y confiables y la inocuidad de los alimentos es asunto de todos. Con buenas prácticas y una comunicación adecuada entre los eslabones de la cadena, todos podemos desempeñar nuestro papel en la inocuidad de los alimentos. Para ello, la educación es esencial. Enseñar y educar, así como promover la investigación, sobre cómo lograr y mantener la inocuidad alimentaria es imprescindible.

También, todos somos gestores de riesgo. La inocuidad alimentaria es posible cuando tomamos decisiones basadas en información correcta y entendemos los riesgos.

Todas las etapas, desde la producción, el transporte, la compra y la elaboración en casa deben procurar mantener la inocuidad alimentaria.

¿Qué podemos hacer desde nuestro lugar?

• Llevar a cabo una manipulación inocua en nuestras casas, aplicando prácticas científicamente comprobadas.

Para ello, seguir las claves para una alimentación inocua ayuda a reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs).

etas TW 2022

• Mantenernos informados sobre los consejos de inocuidad alimentaria que nos brindan las autoridades nacionales y sobre brotes de ETAs en curso y nuevos riesgos.